Skip to content

Septiembre “Unges mi cabeza con aceite”. Vitalidad

El cuidado del Padre para tu vida es asombroso. Vivir este año en el domino de su amor se halla fácilmente provisto en el Salmo 23. Cristo ha suministrado su riqueza por todas las vías posibles, para que puedas vivir el “cielo aquí en la tierra”. Eres su misma residencia donde Él decidió morar y manifestarse. Te escogió para representarlo personalmente como embajador de su reino en tu “mundo”. Eres alguien de suma importancia y valor.

Otro aspecto del cuidado del “dominio de su amor” es la constante impartición de una vida renovada, donde la frescura y sanidad de su unción irradia e influencia tu interior. “Unges mi cabeza con aceite” tiene varios significados. Era usado para curar heridas. Cristo, el Ungido y su unción, está continuamente a tu disposición para mantenerte sano en todo aspecto de tu vida. También, ungir la cabeza de alguien era símbolo de reconocimiento al recibir a un invitado de honor, dándole la bienvenida y refrescándolo. El Señor siempre te recibe como alguien especial, digno de ser tratado de la mejor manera, haciéndote sentir honrado al renovar tus fuerzas.

Sus significados no terminan allí. Ungir con aceite era, además, un símbolo de unción, de ser apartado y reconocido como alguien llamado a ocupar un rol importante en Israel. En tiempos antiguos, se ungía a un profeta, a un rey o un sacerdote. Tú has sido ungido específicamente para dos de estos roles, y llamado a fluir en la unción del tercero. Apocalipsis 1:6, dice que Cristo te ha hecho un rey y sacerdote para el Padre, y has sido ungido con la unción profética para “oír y ver” lo que el Espíritu Santo está hablando y haciendo. Llevas al Ungido y su unción en tu interior. Todos los días esa unción te mantiene sano, te da la libertad y te capacita para funcionar con poder y sabiduría en tus diferentes roles y funciones.

Tu tarea es creer al Ungido. Si lo tienes a Él, también tienes esa unción del mismo Espíritu Santo obrando en y a favor de ti, impartiéndote vitalidad. Muchos no se “sienten” ungidos, pero no se trata de “sentir”, sino de creer y de actuar sobre esa creencia. Cristo en ti es la fuente de tu energía y vigor para vivir siendo quien eres.

Releated Posts