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Octubre – Mi copa esta rebosando – Proposito.

Vivir el dominio de su amor es vivir con tu copa rebosando. El primero en ser beneficiado por esa condición eres tú. Tienes a Cristo en tu interior y el Padre se ha complacido de que en Él habite toda la plenitud de la deidad. Todo el universo no alcanza a contener a Dios, sin embargo, tú tienes esa capacidad. Tu interior es más grande que tu exterior. Tienes a Aquel que todo lo llena en todo. Por esto te es tan fácil rebosar. El templo construido en el Antiguo Testamento no estaba apto para Dios, sin embargo, Él preparó “otro templo” que sí podía albergarlo: tú. “Rebosando”, es plenitud y abundancia. Es sobreabundar y desbordar con lo que tienes por dentro. ¿A quién tienes dentro de ti? Aquel a quien los universos no pueden contener. Aquel que es Amor. Cuando tu envase está rebosando, estás desbordando de Cristo. Comienzas a ver un fluir del propósito divino depositado en ti; Él, tu expectativa de gloria. Imagina un río desbordando sus riberas de tal manera que comienza a inundar todo su entorno. Desde tu interior corren estas aguas vivas y son aguas de propósito para bendecir a otros. Conllevan el evangelio de paz, bienestar, sanidad, restauración, identidad, significado y propósito. Tu copa rebosa con el mismo amor del Padre, tu esencia. Se manifiesta supliendo las necesidades de la gente en la impartición que las Buenas Nuevas traen. Esto es vivir el dominio de su amor. Estos ríos están en tu interior. Son el fluir del propósito del Padre para tu vida en tu mundo. Si no estás rebosando, no es porque te falta “algo”, o porque debas adquirir algo o ser más espiritual. Simplemente, debes ponerte de acuerdo con las palabras que Cristo pronunció: “Si confías en mí, brotarán manantiales de agua viva”. Aquel, a quien los universos no pueden contener, quiere desbordar desde tu interior con el propósito de afectar tu entorno con su amor y su buen plan para la humanidad. Es fácil, es un fluir. Estás lleno de Cristo. Él quiere desbordar en propósito a través de tu vida, según el diseño que Él mismo te ha dado. Estás calificado para ello. Ponte de acuerdo con Él e inunda tu mundo con la manifestación de Su amor.
Aplicacion Practica.
Aunque puede haber muchos motivos del porqué los hijos de Dios no viven la realidad “mi copa está rebosando”, puedo identificar dos motivos principales: el temor y la incredulidad. Estos son ladrones de la verdad y llevan a las personas a vivir fuera de su identidad. Son ladrones de tu propósito que te paralizan en la duda, mediocridad, una vida penosa y trabajosa. En cambio, cuando sencillamente decides creer lo que Cristo dice vivirás desbordando. Aun cuando no logres comprender “cómo”, pero te pongas de acuerdo con Él, “tu copa estará rebosando”. Jesús no dio ninguna directiva más allá de creerle a Él y confiar para que estos ríos fluyan a través de ti; Debes creer, confiar y comenzar a desbordar. Cuando el temor o la incredulidad quieran acompañarte, simplemente diles que “no”, no son tus compañeros. Cuando tu copa esté rebosando estarás feliz, expectante, fortalecido y con un gran sentido de propósito. ¡Es la mejor manera de vivir! ¿Cómo puedo vivir esa realidad? Sencillamente, desarrolla una consciencia de la continua coparticipación que tienes con Cristo. Dispone tu corazón a su guía y confía en Él. Medita sobre un “fluir”; es un brotar con facilidad de las inspiraciones, guía y consejos en tu interior. Síguelos y verás cómo tu entorno se impregnará con el bien del Padre. Comprobarás el dominio de su amor en una copa que desbordará en propósito.

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