«Por tanto, no se preocupen por el día de mañana;
porque el día de mañana se cuidará de sí mismo.
Bástele a cada día sus propios problemas».
(Mateo 6:34, NBLA).
Jesús enseñó a sus discípulos a orar centrándose en la provisión de cada día: «El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy» (Mateo 6: 11). Además, Jesús enseñó a no preocuparse por lo que «van a comer, o de qué van a vestir» (tiempo futuro), sino a tener la plena confianza en la provisión del Padre para el momento que están viviendo. Esto es la fe y el reino de Dios, vivir en la previsión y provisión del reino para cada día.
Tener una visión de tu futuro y proyectarte junto con el Espíritu Santo sin entrar en el afán y preocupación del día de mañana es reinar en vida. Cada día tiene la provisión del Padre y sus propios desafíos. Cuando puedes vivir el equilibrio entre la esperanza, tu visión del futuro, y la fe, que es ahora, lograrás apropiarte de todas las cosas que ya te fueron dadas. (II Pedro 1:3-4).
La preocupación, el afán y las distracciones de tus propios esfuerzos te alejan de vivir en el dominio del amor del Padre, y como consecuencia, no logras dominar tu interior para reinar en tu vida. Los problemas y las necesidades se vuelven más reales para ti que la verdad de Cristo en tu vida, y la duda, el temor y la incredulidad toman preeminencia. Cuando lo natural es más prevalente que Cristo, su verdad y su reino, te resultará difícil reinar en el presente, ejerciendo dominio y suministrando desde los recursos espirituales.
El reino es presente al igual que la fe. Reinar en la vida implica tener una visión hacia tu futuro, pero ocupándote fielmente de ser el hijo que eres en el diseño del Padre, viviendo tu propósito en Cristo. Todo ha sido provisto y al reinar en vida te apropias de él.
MI GPS 2024 – JUNIO – Reinar en vida: El presente del Reino.
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