MI GPS 2024 – JULIO – Ejerciendo tu dominio: «Asi como prospera tu alma»

«Amado amigo, oro para que estés prosperando en todos los sentidos y que continuamente goces de buena salud, así como tu alma está prosperando».
(3 Juan 1:2 TPT).
Es impactante el privilegio que tenemos como hijos de Dios. Hemos recibido la abundancia de la gracia del Padre y el don de justicia y esto nos capacita para reinar en la vida; significa que podemos ejercer un dominio sobre cada situación y circunstancia que enfrentamos. Tenemos la identidad correcta (hijo), la posición (rey), la condición necesaria (justo), y la provisión (todas las cosas). Con todo esto a nuestro favor, ¿qué nos impide vivir la realidad que nos corresponde?
Podríamos dar muchas explicaciones, pero vamos a lo más acertado: el alma debe prosperar en las verdades que acabamos de mencionar. La información nos apunta en la dirección correcta, pero esa información debe convertirse en una creencia firme: fe. La fe es una convicción, una certeza interior que lleva el alma a prosperar en las realidades del reino. Cuando el alma prospera, la vida es transformada, y esto es lo que nos lleva a vivir las realidades provistas en Cristo. No es difícil, pero sí requiere nuestra cooperación e inversión.
El alma prospera cuando tiene la verdad de Cristo reinando en su interior, dominando los pensamientos, las emociones, sujetando las opiniones propias y la voluntad egoísta. Cuando tu alma prospera en Cristo, las cosas que no te representan, comienzan a desaparecer, y tu identidad de hijo se manifiesta. Invertir tiempo en tu vida espiritual escuchando, meditando, hablando, testificando, es la inversión más grande en la vida porque te lleva a prosperar hacia adentro y como consecuencia, todo fuera de ti tendrá que reflejar lo mismo. De esa manera, ejerces tu dominio, primeramente en tu interior, para después imponerlo en lo exterior.

MI GPS 2024 – JUNIO – Reinar en vida: El presente del Reino.

«Por tanto, no se preocupen por el día de mañana;
porque el día de mañana se cuidará de sí mismo.
Bástele a cada día sus propios problemas».
(Mateo 6:34, NBLA).
Jesús enseñó a sus discípulos a orar centrándose en la provisión de cada día: «El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy» (Mateo 6: 11). Además, Jesús enseñó a no preocuparse por lo que «van a comer, o de qué van a vestir» (tiempo futuro), sino a tener la plena confianza en la provisión del Padre para el momento que están viviendo. Esto es la fe y el reino de Dios, vivir en la previsión y provisión del reino para cada día.
Tener una visión de tu futuro y proyectarte junto con el Espíritu Santo sin entrar en el afán y preocupación del día de mañana es reinar en vida. Cada día tiene la provisión del Padre y sus propios desafíos. Cuando puedes vivir el equilibrio entre la esperanza, tu visión del futuro, y la fe, que es ahora, lograrás apropiarte de todas las cosas que ya te fueron dadas. (II Pedro 1:3-4).
La preocupación, el afán y las distracciones de tus propios esfuerzos te alejan de vivir en el dominio del amor del Padre, y como consecuencia, no logras dominar tu interior para reinar en tu vida. Los problemas y las necesidades se vuelven más reales para ti que la verdad de Cristo en tu vida, y la duda, el temor y la incredulidad toman preeminencia. Cuando lo natural es más prevalente que Cristo, su verdad y su reino, te resultará difícil reinar en el presente, ejerciendo dominio y suministrando desde los recursos espirituales.
El reino es presente al igual que la fe. Reinar en la vida implica tener una visión hacia tu futuro, pero ocupándote fielmente de ser el hijo que eres en el diseño del Padre, viviendo tu propósito en Cristo. Todo ha sido provisto y al reinar en vida te apropias de él.

MI GPS 2024 – MAYO – Tu identidad de justicia: La confianza plena para reinar.

“… Mi única «justicia» será la suya, basada en la fidelidad de Jesucristo, la misma justicia que viene de Dios”.
(Filipenses 3:9, TPT).
Estás en la condición y posición óptimas para ser guiado para reinar en tu vida. Esto es mucho más que una verdad en las Escrituras, es tu verdad gracias a tu relación con Cristo. Tu plena confianza para reinar, no reside en la declaración de versículos de la Biblia, sino en tu conocimiento e intimidad con Aquel que vive en ti.
El Padre te ha hecho y te ha declarado su justo, y esto no se basa en tus obras, sino en la obra de Cristo. Cristo en ti es tu sabiduría para percibir su guía y llegar a comprobar las realidades provistas para ti como hijo de Dios. Ser un hijo no implica trasladar la verdad hacia el futuro con la esperanza de que «algún día esto se manifestará en mi vida». Estás destinado para vivir esas realidades hoy, pero tu alma debe prosperar en la plena confianza en esa verdad de reinar. Reinar en tu vida te permite ejercer dominio para que la verdad en la esfera espiritual (el cielo), se evidencie en tu esfera de influencia.
Una de las cuestiones más difíciles de discernir es creer en la información de la Palabra y no darse cuenta de que en tu interior hay duda, temor y ansiedad que no te permiten vivir la fe del hijo de Dios. Ser la justicia del Padre en Cristo es la seguridad que garantiza tu derecho de reinar. Tu deber es desechar los patrones negativos internos de dudas y fracaso del pasado y determinar en lo más profundo de tu corazón creerle a Dios. Es imposible que Él falle. Es inconcebible la posibilidad de que no seas capaz de reinar en tu vida y comprobar su buena voluntad para ti. Cuando reinas en tu vida, todo tu entorno experimenta la dispensación del bienestar del Padre a su favor. Reinar en vida es imprescindible para todos. Eres la justicia de Dios en Cristo Jesús, capacitado y dotado para reinar en la vida. Que esta verdad sea tu plena confianza.

Mi gps 2024 – Abril – La esfera del reposo : Libre de tus propios Esfuerzos.

«Al entrar en la vida del reposo de la fe de Dios, cesamos de nuestras propias obras, así como Dios celebra sus obras terminadas y descansa en ellas».
(Hebreos 4:10, TPT).
Ser guiados para reinar es saber cuáles son las obras que somos llamados a manifestar. Efesios 2:10, dice que somos el poema del Padre, su hechura, creados para buenas obras, no desde las nuestras. Es importante distinguir la diferencia y descubrir cómo poner en evidencia esas obras ungidas que Él depositó dentro de nosotros para manifestarlas.
Solamente desde una plena confianza en tu identidad y la seguridad de la obra completa y perfecta de Cristo, podrás reposar de las propias obras en tus fuerzas naturales. La mentalidad de «obras propias» te lleva a sentir la necesidad de hacer «algo» para merecer, o «agregar» a lo de Dios para que Él obre a tu favor. Son las obras de la auto justificación que se usan para establecer tu valor, tu significado y propio mérito. Dios Padre creó y descansó de sus obras; ahora trabaja desde una obra completa (Juan 5:17). Este debe ser nuestro enfoque, saber que nosotros estamos trabajando desde una obra ya realizada en el Padre, provista y completa en Él. Esto nos permite trabajar sin afán y preocupación desde un estado de reposo.
El reposo es un poderoso estado de una fe arrebatadora. Reposar significa que no estás manipulado por las circunstancias externas y te mantienes en una paz donde eres guiado para vivir tu herencia. La convicción de que «todas las cosas» ya te fueron dadas te lleva a revelar las buenas obras que Dios preparó para ti de antemano. No hay necesidad de «producir» o «completar» ese propósito eterno porque vives reposando del trabajo en tus propias fuerzas. Descansas sobre la verdad de estar completo en Cristo y vives sobre una obra totalmente completa. Vives tu fe desde el reposo y eres guiado para reinar.

Marzo: Reconociendo tu Fuente de Autoridad

Honrando al Rey de los Reyes
Marzo: Reconociendo tu Fuente de Autoridad

«Sí, Dios hará su aparición en su propio tiempo divino, porque Él es el Dios exaltado, el único poderoso, el Rey sobre todo rey y el Señor del poder».
(1 Timoteo 6:15, TPT).

Se te ha confiado un dominio, un lugar donde puedes suministrar tu gracia a favor de otros y en tu entorno. Ese dominio se encuentra en el reino de Dios, a través de tu identidad de hijo. Estás destinado a manifestar el bienestar del Padre a través de tu función de rey, bajo la paternidad del Rey de los reyes. Él, con su riqueza ilimitada en todos los aspectos de la vida, te permite acceder a sus recursos tanto para tu uso personal como para el beneficio de otros. Ser guiado para reinar requiere que reconozcas al Rey en tu vida y que le des el valor apropiado en ella para vivir en plenitud.
Cuando le das el valor verdadero a Cristo como el Rey de los reyes, lo estás reconociendo como tu fuente de autoridad. No estás solo ni apoyándote en tus propios recursos o sabiduría; no estás «intentando» cambiar situaciones o transformar áreas de tu vida con una habilidad natural. Tienes al gran Yo Soy en sociedad contigo facilitándote a llevar a cabo el propósito de tu llamado como hijo: «Manifestar la esfera espiritual de su reino aquí en la tierra». Eres un rey, quien ejerce su autoridad bajo la autoridad del Eterno.
Ser guiado significa que alguien mayor que tú está guiándote para que seas realmente quien eres, viviendo la vida abundante que te ha sido dada. Tener a Cristo como tu fuente de autoridad es tener el cielo y la tierra a tu favor; es la condición y posición más poderosa que un hijo puede vivir. Vive guiado para reinar, reconociendo tu fuente verdadera de autoridad y honrando al Rey de los reyes.
«¡Solo Él es el Dios inmortal, que vive en la luz inaccesible de la gloria divina» (1 Timoteo 6:16a,TPT).

Febrero: Tu Esencia de Amor, el Camino Perfecto

Febrero: Tu Esencia de Amor, el Camino Perfecto

«Pero desea fervientemente y cultivad con celo los mayores y mejores dones y gracias, los dones más elevados y las gracias más selectas. Y, sin embargo, os mostraré un camino aún más excelente, uno que es mucho mejor y el más elevado de todos: el amor».
(I Corintios 12:31, AMPC).

Como hijos de Dios, la mayoría de nosotros admiramos a aquellas personas que han descubierto la gracia de fluir en lo sobrenatural con manifestaciones visibles. Debería ser, a su vez, un anhelo profundo en nuestro interior el ser guiado a vivir lo mismo, ya que todos tenemos acceso al mismo Espíritu, y esas manifestaciones son para el beneficio de los demás. Sin embargo, hay un aspecto de tu vida que es aún más poderoso y excelente que el fluir de dones o una gracia especial, y es tu esencia de amor.

El amor es tan poderoso que dio la posibilidad a toda la humanidad, antes, ahora y en el futuro, de disfrutar la identidad de ser un hijo del Padre. Ese amor nos colocó en el reino del cual somos privilegiados de evidenciar aquí en la tierra. Ese amor es tangible y conlleva el fluir de la gracia del Padre en una autoridad absoluta. Es en tu esencia de amor que puedes acceder a tu herencia y vivir una vida en abundancia. Es desde el amor incondicional que logras reinar en vida. No hay dones espirituales que te puedan capacitar para reinar, es ejercitándote en vivir tu verdadera esencia.

El amor del Padre fue derramado en tu corazón (Romanos 5:5), y estás diseñado para vivir desde esa esencia. Todo tu ser vive en armonía cuando estás en «tu ser», no obstante, muchos cristianos siguen siendo dirigidos por un amor afectivo y sus vidas son dominadas por las circunstancias de su mundo y las personas que viven en él. Para vivir «guiado para reinar», tendrás que determinarte a vivir en el camino más excelente y elevado: el camino de tu esencia de amor incondicional.