De tal manera amó Dios a la humanidad que dio; y su dar nos ha colocado en el dominio de su amor. Dios Padre es amor, su reino es un reino de amor y todo lo que mueve al Padre es desde esa esencia de amor. Ese mismo amor fue derramado en el corazón de cada hijo (Romanos 5:5) convirtiéndolo en el amor del Padre aquí en la tierra. Vivir el dominio de su amor es vivir la plenitud de tu propósito.

La palabra “dominio”, en una de sus definiciones, se refiere al poder que un individuo posee sobre el uso y disposición de lo que es suyo. Dios Padre tiene uso y disposición sobre toda su creación y Él te ha dado un dominio aquí en la tierra. Te ha capacitado con el propósito de que puedas disponer de todo lo que Él te dio para beneficiar a tu mundo. Dar fruto, multiplicar, y ejercer dominio es tu diseño; estás hecho para ejercer dominio igual que tu Padre. Vivir en el dominio de su amor es vivir en plena identidad, dispensando de lo que tú posees para transformar tu entorno.

Cuando vives en el dominio del amor del Padre, su gracia y poder tienen la máxima expresión de propósito, provisión y protección en tu vida. En ese dominio, su herencia encuentra al hijo maduro que eres, impulsándote a suministrar las riquezas de su reino. La sanidad, la restauración, la provisión abundante, la creatividad y las soluciones celestiales para tu entorno son soltadas. Es el ambiente donde el gobierno del Padre encuentra la atmósfera perfecta para ese incremento sobrenatural de su reino. ¡Esto sucede en el dominio de su amor!

Este año es imprescindible conocer y creerle al amor del Padre (1.ª Juan 4:16) en mayor profundidad porque esto evitará que caigas en la trampa del temor que paraliza tu fe. La seguridad en el dominio de su amor te dará la confianza para arriesgarte en esa vida de fe que fuiste diseñado a vivir. Cuanto más te ejercites en habitar en ese dominio, más podrás generar el dominio de “tu amor” en “tu mundo”, dispensando de lo que posees para beneficiar a los demás.

Pedro y Juan no ofrecieron al mendigo una provisión momentánea en una limosna. Ellos dijeron: “…pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”, y el cojo se levantó sano y libre (Hechos 3:6, énfasis del autor). Tienes una posesión de parte del Padre para suministrar vida, soluciones y salvación a las personas en tu entorno. Cristo en ti es tu esperanza del peso tangible de tu dar. Tienes un dominio dado por el Padre, y estás empoderado para usar y disponer de lo que posees. ¡Eres poderoso!

La Iglesia es el cuerpo de Cristo. Es su manifestación visible aquí en la tierra. El Espíritu de Verdad está para ayudarte a vivir la expresión plena de Él en tu entorno. Conocer su amor es creer y conocer su voluntad para tu mundo. Esa revelación en la comunión con Él libera desde tu interior los ríos de agua viva a favor de otros. El dominio de su amor permite ese fluir, sobrenaturalmente natural; un caudal que manifiesta el amor y la buena voluntad del Padre a favor de la humanidad.

El Salmo 23, habla de la vida de una persona que vive en el dominio del amor del Buen Pastor. Este es el primer aspecto de nuestro enfoque este año: tu vida personal en relación con Cristo. Debes conocer la grandeza de ese amor y vivir arraigado y cimentado en él para vivir lleno de toda la plenitud del Padre (Efesios 3:16-21). Hemos provisto videos explicativos cortos para facilitar el entendimiento de cómo vivir el dominio de su amor en tu vida personal (escanea el código QR).

El segundo aspecto del dominio de su amor se refiere al dominio de “tu amor”. La maravillosa expresión de quién eres tú en unión con Cristo.

Imagina conmigo la transformación mundial que veremos al levantarse la Iglesia en el dominio de su amor, dispensando lo que Cristo le dio a favor de “su mundo”.

El Almirante William H. McRaven dijo en el discurso dado a los 8000 Egresados de la Universidad de Texas en 2014: “Esta noche son casi ocho mil los estudiantes que se gradúan de la Universidad. Ese gran modelo de rigor analítico que es “Ask.com” dice que el estadounidense promedio conocerá a diez mil personas a lo largo de su vida. Eso es mucha gente. Pero, si cada uno de ustedes cambiara la vida de tan solo diez personas, y cada una de esas personas cambiara la vida de otras diez personas más, solo diez, entonces en cinco generaciones (125 años) la clase del 2014 habrá cambiado la vida de 800 millones de personas. Ochocientos millones de personas. Piénsalo: más del doble de la población de los Estados Unidos. Pasa una generación más, y podrían cambiar a toda la población del mundo, ocho mil millones de personas. Si crees que es difícil cambiar la vida de diez personas, cambiar sus vidas para siempre, te equivocas”. ª

¿Cuántos hijos de Dios hay en el mundo? ¿Cuántos hijos de Dios hay en tu ciudad? ¿O en tu congregación? ¿Cuántas personas llegarán a tu Encuentro de Amistad en este año? ¿Cuántas personas llegarán a tu congregación este año? ¿Podemos generar una visión interna y vivir apasionados para cambiar las vidas de las personas en nuestro lugar de dominio? Si entendemos que somos el arma más poderosa en la tierra, el amor del Padre, y si ejercemos nuestro mandato de propósito (Génesis 1:26-28), seremos esa Iglesia imparable. Facilitaremos lo que poseemos a nuestro entorno en confianza, en el poder y la autoridad que ese amor nos suministra.

Este año es para vivir en plena comunión con el Buen Pastor en el “Dominio de su Amor”; para dispensar y suministrar lo que poseemos a las personas que están en nuestro dominio de amor. El 2023 es un año extraordinario. Sin duda enfrentaremos desafíos, “valles de sombra de muerte”, pero tú y yo nos ocuparemos de conocer y creerle a esa persona de Amor, Cristo, y vivir en su dominio. Yo dispongo de lo que poseo para tu beneficio, para facilitarte vivir la abundancia y plenitud de su reino.

Durante el transcurso del año, estaremos desarrollando 12 aspectos dentro del “Dominio de su amor”; te animo a que puedas ver, cada mes, los videos explicativos accediendo al Código QR para poder captar el enfoque de la impartición. ¡Este 2023 está destinado a ser tu mejor año!

1. Relación: “El Señor es mi Pastor”.
2. Integridad: “Nada me faltará”.
3. Reposo: “En lugares de delicados pastos me hará descansar”.
4. Fortaleza: “Junto a aguas de reposo me pastoreará”.
5. Libertad: “Confortará mi alma”.
6. Identidad: “Me guiará por sendas de justicia por amor de tu nombre”.
7. Seguridad: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo. Tu vara y cayado me infundirán aliento”.
8. Plenitud: “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos”.
9. Vitalidad: “Unges mi cabeza con aceite. Propósito: “Mi copa está rebosando”.
10. Generosidad: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida”.
11. Eternidad: “Y en la casa de Jehová moraré por largos días”.

ªMake your Bed por Almirante William H. McRaven